Historia de nuestra Parroquia
Cuando los católicos del área de Grandview se dieron cuenta de que había suficientes personas que compartían la fe como para justificar la petición de un sacerdote que les atendiera, pidieron a los jesuitas de San José en Yakima, que enviaran a un sacerdote a celebrar Misa para ellos al menos una vez al mes. Un sacerdote vino en tren a Mabton y celebró misa en casa de alguien. Muchas veces la Misa era el sábado porque el sacerdote tenía celebrar Misa en otro lugar el domingo.
El Padre Parodi, S.J. fue el primero en llegar y después se celebró la misa en la escuela de Belma. El siguiente en venir fue el Padre Couffrant S.J.
El Padre Shiel, de Prosser, fué quien celebró la primera misa en Grandview alrededor de 1915. Durante este tiempo, el Obispo O'Dea de Seattle estableció una parroquia en la parte baja del valle de Yakima para incluir Grandview, Mabton, Sunnyside y Granger. En 1916 el obispo envió al P. E. T. McCarthy quien sería pastor residente en Grandview. Anteriormente había estado destinado en Toppenish. Tenía grandes planes para su nueva parroquia y quería construir una iglesia grande de inmediato. Probablemente pensó que sería la iglesia principal de la zona y que se debería construir un gran edificio. Pero los feligreses decidieron empezar con un edificio pequeño. "The Extension Society" donó $500 y un altar para comenzar. Cuando se encargaron los materiales y una unidad prefabricada, se guardaron en un vagón de ferrocarril hasta que se pudieran cobrar los 120 dólares necesarios por el flete.
La casa de Thomas Lechman se utilizó al principio para la misa, luego se alquiló un edificio y se instaló el altar. Durante su tiempo el P. McCarthy se alojó en una casa privada. Para tener algo un poco más permanente, el grupo decidió alquilar una habitación en el salón Odd Fellows y los hombres construyeron bancas, reclinatorios y un altar. También le alquilaron un apartamento al sacerdote. Así se comenzó a celebrar misa todos los domingos en Grandview, domingos alternos en Sunnyside en Ball's Mortuary y en Granger en casas privadas.
En 1918, la Iglesia del Santísimo Sacramento, con capacidad para unas 150 personas, fue erigida y dedicada el 8 de diciembre. La primera Sociedad del Altar, que contaba con 18 miembros, se llamó " The Madonna Tabernacles society" (Sociedad de los Tabernáculos de la Virgen).
En 1921, el P. McCarthey fue transferido y se nombró a un nuevo sacerdote proveniente de Australia. Después de dos semanas, le dio las llaves a uno de los feligreses y le dijo que "no pasaría ni un día más en este pequeño pueblo".
Grandview estuvo sin sacerdote durante algún tiempo antes de que el Padre Joseph Conway fuera nombrado. Los jesuitas de Yakima volvieron a ministrar en la parroquia durante este tiempo.
La Iglesia estaba ubicada en Cherry Lane Dr. cuando el P. Conway llegó. Él sintió que estaba demasiado lejos del "camino trillado" para que la gente lo encontrara fácilmente, por lo que procedió a trasladarla al extremo este de 2nd Street. "Ahora", dijo, "puedes pararte en medio de la ciudad, señalar hacia el este y decirle a los extraños: '¡Ahí está la iglesia! No te la puedes perder'". El P. Conway decía misa en Sunnyside temprano todos los domingos y luego regresaba a Grandview para su segunda misa. Una vez, antes de partir hacia Sunnyside, encendió el fuego en la pequeña estufa de "barriga" (estufa de leña). Cuando regresó para su segunda misa, encontró que el tubo de la estufa se había derrumbado y la iglesia estaba llena de humo y hollín. La iglesia tuvo que ser limpiada y repintada por completo.
En 1926, el P. Conway trasladó la parroquia a Sunnyside. Hasta 1954, Grandview se consideraba una misión de Sunnyside. Durante un tiempo teníamos misa en nuestra pequeña iglesia dos domingos al mes. Finalmente, el edificio fue cerrado y vendido a los bautistas.
El primer matrimonio celebrado en la Iglesia del Santísimo Sacramento original fue el del los Rollingers en 1918. El primer sacerdote nacido en la zona fue el P. Henri Charvet, S.J., hijo de Emile Charvet. El segundo sacerdote fue el P. Louis Charvet, hijo de Paul Charvet.
Después del cierre de nuestra iglesia, tuvimos muchos pastores que vivieron en Sunnyside, entre ellos: el P. AL Allard, el P. N. Hoen, el P. P. Mulligan, el P. J. Milner, el P. Kruetz, P. Van de Gevel y el P. JA. Reinhold. Durante estos años las hermanas dominicas vinieron de Yakima y pasaron una semana impartiendo clases de catecismo de verano a los niños. Muchos de los hombres y mujeres de la parroquia impartieron clases de catecismo en sus hogares mientras esperaban la construcción de una nueva iglesia y salón.
Cuando Grandview fue reinstalado en la diócesis como parroquia, el P. Francis Smith fue nombrado administrador el 4 de mayo de 1954. Se llevaron a cabo misas dominicales en la escuela Harriet Thompson, con misa diaria y confesiones en su casa alquilada. P. Smith organizó un censo parroquial y llevó a cabo servicios hasta el 21 de agosto de 1954, cuando el P. Maurice Mulchahy llegó como el primer pastor residente. En noviembre de ese año, se aprobó generosamente una campaña de recaudación de fondos. Este entusiasmo de los feligreses impulsó a Su Excelencia a autorizar la construcción de edificios dignos de la nueva
Parroquia de Grandview - Mabton, el centro de fraternidad y una casa parroquial que se construiría en un hermoso sitio que había sido comprado mientras los fieles de Grandview y Mabton todavía eran miembros de la parroquia de Sunnyside. La dedicación del nuevo Templo se llevó a cabo el 27 de noviembre de 1955 y fue bendecida por el obispo Joseph P. Dougherty.
P. John Schindler fue el segundo párroco designado para la parroquia el 5 de julio de 1963. Bajo su capaz liderazgo, la parroquia siguió creciendo. El santuario fue rediseñado de acuerdo con el Vaticano II, se instaló aire acondicionado, la parroquia compró 4 acres adicionales para una futura expansión y organizó el primer consejo parroquial, siendo Leo Dion el primer presidente.
P. Schindler fue trasladado a Chelan en 1975 y el P. John McDonnell fue nombrado pastor. Viniendo de Ephrata, el P. McDonnell mostró un gran interés en la planificación de un nuevo salón parroquial y centro catecismo. Estamos todos muy satisfechos con los resultados de las largas y arduas horas que él personalmente dedicó a hacer realidad el sueño de esta parroquia. Estamos agradecidos por el papel que los primeros pioneros y todos los sacerdotes han desempeñado para llevarnos al desarrollo actual de nuestra fe.